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viernes, 2 de septiembre de 2016

Yoga con calor que purifica

yoga con CALOR QUE PURIFICA



MILES DE PERSONAS ALREDEDOR DEL MUNDO DESCUBRIERON EN UN SALÓN A 40 GRADOS CENTÍGRADOS MUCHOS MÁS BENEFICIOS QUE LOS DEL YOGA TRADICIONAL. AQUÍ TE PRESENTAMOS TODO LO QUE NECESITAS SABER SOBRE EL BIKRAM YOGA, UNA DE LAS PRÁCTICAS MILENARIAS MÁS DEMANDADAS EN EL MOMENTO

Madonna, Gwyneth Paltrow y Demi Moore lo están practicando. Brooke Shields y el ex tenista John McEnroe también. Se dice que Miguel Bosé es uno de sus seguidores más acérrimos y que en la Casa Blanca sólo se habla de eso. Y como si no fuese suficiente, la prensa norteamericana asegura que fue lo que salvó al matrimonio Clinton. ¿Qué es esto que está en boca de tantos? Uno de los estilos de yoga más “calientes” del mundo, el Bikram Yoga.
Aunque llegó a Estados Unidos desde India en 1973, de la mano de su creador, el yogui Bikram Choudhury y de la de la actriz Shirley McLaine (que dicen fue su amante), no fue sino en los últimos años cuando adquirió el furor que tiene hoy. Sólo en el país de la estrellas cuenta con 600 instituciones certificadas, mientras que cerca de otras 50 se ubican en Canadá, Australia, Chile, México, Inglaterra y España (donde el productor musical Nacho Cano es uno de sus mayores exponentes). No en vano el diario The Economist comparó a Choudhury con lo que la franquicia McDonald’s hizo con la comida rápida; y la prestigiosa revista Time aseguró que el creador del Bikram es para el yoga lo que fue Jane Fonda en sus tiempos para el ejercicio aeróbico.
SI TIENES OPORTUNIDAD DE HACERLO NO OLVIDES

Utilizar ropa ligera y cómoda.

Llevar tu propio paño y colchoneta.

Tomar agua antes y después de clase.

No ingerir alimentos al menos dos horas antes de comenzar el entrenamiento.

Aunque muchos entrenadores no se oponen, las mujeres embarazadas deberían abstenerse de practicarlo.

CUERPO CALIENTE, CUERPO FLEXIBLE

La práctica del Bikram Yoga se lleva a cabo en una sesión de 90 minutos en la que se realizan 26 asanas (posiciones) del Hatha Yoga, repetidas en tres series iguales, y dos pranayamas (ejercicios de respiración consciente) repetidos cada uno dos veces a lo largo de la clase. Pudiera creerse hasta aquí que es una clase de yoga como cualquier otra. Pero no lo es. Lo que la hace distinta de otras es que se realiza en un salón acondicionado especialmente para que tenga una temperatura de 40 grados centígrados. Esto permite que el cuerpo esté lo suficientemente caliente como para lograr unos niveles de flexibilidad que, muchas veces, el yoga tradicional no permite sino con mucha práctica. Además, reduce considerablemente la posibilidad de lesiones.

El Bikram Yoga, a través de las posturas que toma del Hatha Yoga, ayuda a eliminar las toxinas de todas las glándulas y órganos del cuerpo. Su magia está en la manera como es capaz de acentuar la irrigación natural del organismo a través del sistema circulatorio con la ayuda del aparato respiratorio; esto permite que cada célula mejore sus funciones para mantener el cuerpo saludable. El calor adicional del Bikram permite un estiramiento tal que otorga mayor movimiento y elasticidad a articulaciones, músculos y ligamentos. A 40 grados centígrados se ejercita por completo el sistema cardiovascular, permitiendo que el cuerpo queme grasa de manera más eficiente (porque el metabolismo acelera el procesamiento de glucosa y ácidos grasos), además de favorecer la desintoxicación y la eliminación de toxinas a través de la piel. Asimismo, la alta temperatura contribuye con el correcto funcionamiento del sistema inmunológico y las células T, ayuda a bajar el colesterol y a tratar la diabetes y las lesiones de espalda y rodillas.

PERO, ¿CÓMO LO HACE?

A través de una suerte de efecto torniquete. Al entrar a una asana (posición), el cuerpo se estira y luego se equilibra utilizando la fuerza de gravedad, mientras va deteniendo el paso de la sangre a través de las arterias y venas por el tiempo que dura la postura (que varía en cada una de las tres series de asanas entre ocho, cinco y tres respiraciones). Cuando la postura se relaja la sangre comienza a fluir de nuevo, como si se tratara de una represa recién liberada, impulsando la sangre con fuerza hacia los tejidos. Esto ocurre a una temperatura de 40 grados centígrados, por lo que tanto las toxinas que se expulsan a través del sudor y el oxígeno que fluye por el torrente sanguíneo son mayores que aquellos de una práctica a temperatura ambiente.
BIKRAM EN CIFRAS

• En una clase de Bikram se generan cerca de dos litros de sudor.

• 90 minutos de clase equivalen a correr 10 kilómetros, ir al gimnasio, hacer una clase de aeróbicos, recibir un masaje y un facial, meditar, ir al quiropráctico y entrar a un baño de vapor.

COMPROBADO POR LA CIENCIA

Médicos han demostrado que el Bikram Yoga ayuda a regenerar los tejidos y a curar dolencias crónicas y esto es precisamente una de las grandes banderas de Bikram Choudhury cuando en sus muchas conferencias y encuentros internacionales habla de su estilo de yoga. Choudhury, quien dio clases particulares de su estilo de yoga a personalidades como Elvis Presley y Richard Nixon, colaboró con un proyecto de investigación médica de la Universidad de Tokyo que estuvo patrocinado por las Naciones Unidas y en el que se demostró que el yoga regenera los tejidos y cura enfermedades crónicas. Esto le valió al controversial yogui el reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud.
Pablo Sándor, uno de los promotores del Bikram Yoga en Chile (el primer país de Latinoamérica que abre una institución certificada de este estilo de yoga), refiere que si cada célula del organismo es comparada con una media sucia, llena de toxinas, enfermedades y estrés acumulado, el Bikram sería como una lavadora que estruja esa media y la deja limpia. Quienes lo han practicado comienzan a sentir un verdadero cambio en su tono muscular con sólo unas pocas clases. Personas con discos colapsados y problemas en las articulaciones cuentan que desde que incorporaron el Bikram Yoga en sus vidas diarias ya no sienten dolor.
SUDOR Y DERECHOS

Bikram Choudhury, quien ha luchado por los derechos legales de cualquier clase de yoga en la que se practiquen 26 asanas en un cuarto a temperatura regulada (por esta razón se confunde frecuentemente con el Hot Yoga, que sería su versión genérica), procura que su método sea enseñado sólo por profesores calificados y autorizados por su escuela de yoga que ya tiene franquicias en casi todo el mundo. El Bikram Yoga no sólo tiene la exclusiva de salones a 40 grados centígrados, sino que tiene los derechos de la secuencia en la que se practican esas 26 asanas.

EL ORDEN DEL CALOR

Una clase de Bikram Yoga comienza con un pranayama, que permite empezar a calentar el cuerpo, sobre todo los pulmones, que son los órganos fundamentales para el tipo de respiración que se seguirá durante los restantes 90 minutos. Después se ejercita el corazón, el estómago y el sistema digestivo en las posturas que son de pie. El resto del organismo se ejercita con las posiciones que son acostadas y se termina con el último pranayama y una pequeña sesión de meditación. Beatriz López, instructora de yoga en el gimnasio del Boleíta Outlet Center, en Caracas, tuvo la oportunidad de asistir a unas clases de Bikram Yoga en Estados Unidos (porque aún no ha llegado a Venezuela). López destaca que una de las cosas que más le llamó la atención de sus primeras clases, además de todos los beneficios de la práctica, es lo sudada que quedaba al salir del salón.
La serie de 26 asanas diseñadas por Choudhury asegura calentar y estirar los músculos, ligamentos y tendones en el orden en el que deberían ser trabajados para alcanzar todos sus beneficios. La primera postura ayuda a realizar la segunda y estos dos la tercera, y así sucesivamente, hasta completar las 26. “De las cinco mil posturas que existen yo elegí éstas y en ese orden por los beneficios que dan al organismo; si se hacen en otro orden pierden sus propiedades”, refiere el propio Choudhury.

BIKRAM EN BALANZA

Mucho se comenta acerca de lo positivo y negativo de un salón lleno de practicantes de yoga, que ya emanan energía en forma de calor como resultado de su actividad física, para que además se incremente artificialmente esa temperatura hasta alcanzar la que propone el Bikram Yoga. Algunos explican que una temperatura de salón tan alta puede descompensar el organismo en la medida en que éste no puede regularse adecuadamente. López recomienda, por ejemplo, que el Bikram Yoga no sea practicado por quienes nunca han hecho ningún estilo de yoga, ya que si es difícil para los expertos controlar la respiración ujjayi (técnica de respiración que ayuda a incrementar la cantidad de oxígeno que se inhala a la vez que enseña a controlarla para un uso más eficaz) a 40 grados centígrados, lo será aún más para los principiantes. Otros, como Ana Luisa Baptista, una de las directoras de Yogashala, centro de yoga y meditación ubicado en La Cuadra Gastronómica, aunque encantados con los beneficios de esta práctica, explican que puede llegar a ser una poco limitada pues sólo se realizan 26 asanas, lo que restringe las exigencias personales de cada yogui.


Pero puestas ambas posturas sobre una balanza, el peso cae ineludiblemente sobre sus beneficios para el organismo (de los cuales la mayoría son propios de cualquier estilo de yoga): alivia dolores de espalada y de cabeza, mejora la postura corporal al lograr alinear la espina dorsal, contribuye a desarrollar la flexibilidad y la fuerza, mantiene en forma las articulaciones y fortalece los músculos que las protegen, contribuye a mejorar el sistema inmunológico, reduce el estrés, aumenta la circulación sanguínea, permite eliminar una mayor cantidad de toxinas que aquellas eliminadas en una práctica a temperatura ambiente, mejora el aspecto de la piel y contribuye significativamente el desarrollo de la paciencia, la determinación y la voluntad.
OTROS YOGAS EXTREMOS

• Power Yoga: es una versión más dinámica del yoga, con un enfoque de fitness. Al diferencia del yoga tradicional, éste no sigue una secuencia establecida de posturas, sino que elige ejercicios poniendo énfasis sobre la fuerza y la flexibilidad.

• Yoga al Desnudo: es la práctica de yoga sin ropa, donde el respeto por los cuerpo de los otros se convierte en el pilar fundamental de la práctica.

• Yoga al Aire Libre: para hacer aún más estrecha la relación entre cuerpo y alma, este tipo de yoga utiliza las potencialidades energéticas de la naturaleza para acentuar los beneficios de la práctica.

Fuente: EyS


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